Por Narciso Isa Conde

Contundente respuesta del pueblo ecologista defensor de Loma Miranda ante el monstruo Falcondo.

Era una vez una loma altiva y hermosa, con vocación de vivir y dar vida a su patria por los siglos de los siglos. Una montaña de manantiales y riachuelos cristalinos, cascadas y  pozas color esmeralda. Una loma de agua, donde brotan pinos erguidos y olorosos, lindas orquídeas y bellas flores, acompañadas de pececitos de colores, pajaritos cantarines y abejas laboriosas.

Es la loma de la musical Llovedora, ubicada por la Madre Tierra frente al valle “más hermoso que ojos humanos hayan visto”, con el mandato sublime de humedecerlo y darles vida y salud a las comunidades que lo cultivan.

La llamaron Miranda, porque montada sobre ferro y níquel miraba con dulzura la majestuosa belleza del Cibao; emanando lágrimas alegres y canciones seductoras a borbotones. Un nombre tan lindo como ella. ¡Qué bueno que nació mujer del vientre generoso de la Pacha Mama!

Pero al inicio de los 70… corrió la voz de la peligrosa presencia en su cercanía de un monstruo terrible, traído por gobernantes malvados, que se alimenta de níquel y cobalto. Entonces, la bella Miranda se puso bronca, en digna actitud de autodefensa.

El agua de Miranda vale más que el puto oro de los pulpos imperialistas.

Al  monstruo lo llamaron FALCONDO, nombre apropiado para gigantescos halcones terrestre, con varias cabezas, piel blanca, ojos azules y muchos tentáculos. Un monstruo monstruoso, que traga los minerales junto a  flora y fauna; chupando  montañas de agua, pinos  flores y pajaritos; evacuando veneno y fuego, vomitando aviones bombarderos.

FALCONDO le cayó arriba  a Loma Peguera y se la engulló. Le marchó a seguidas, con insaciable angurria, a Loma Caribe y Ortega, chorreandole porquerías a granel.  A impura mala maña se apropió de hermosos predios mirandinos, desde Acapulco hasta Loma de Sal; y entonces la bola de cristal  nos reveló, que esa loma pendiente de depredar y envenenar, era solo la puerta de entrada de su voracidad a la majestuosa y apetecida Cordillera Central.

  El pueblo amenazado enfrentó cabezas y tentáculos emplazados en Bonao y  La Vega. Pero entonces no pudo convertir en poder esas montañas depredadas. Esa magia maravillosa la aprendió después. Miranda fue su fuente de inspiración, cuando en el 2012 el monstruo importado intentó violarla y matarla.

Así,  el pueblo convirtió a Miranda en poder invencible, triunfador en dos trascendentales batallas contra el monstruo y sus padrinos. Después de tanta heroicidad y la reciente victoria, sería mezquino no otorgarle el galardón de Parque Nacional. La mezquindad abunda en sus enemigos, pero a Miranda le sobra poder y magia para derrotar todas las mezquindades y aportar a los 7 picos y otros más.

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