Más de 130 compañías rusas que están interesadas en acceder a mercados internacionales o reorientar sus exportaciones ante las sanciones occidentales exponen sus productos innovadores de sectores que van desde la biomedicina hasta la fabricación de motores eléctricos.
Durante el foro fueron presentadas muchas innovaciones en la esfera tecnológica. El corresponsal de Sputnik Mundo, Víctor Ternovski, mostró unos de ellas y habló con los directores de proyectos que explicaron qué ventajas tienen y para qué sirven.
Un robot de carga, presentado por la compañía Gomich, puede transportar cargas de hasta 200 kilos y dirigirse por control remoto o cumpliendo una ruta programada, según el representante de la compañía, Alexéi Tolchinski.
“Su velocidad alcanza cinco kilómetros por hora y puede operar a temperaturas de 25-30 grados bajo cero”, señaló.
En el foro también fueron presentadas soluciones robóticas, tales como las que sirven para automatizar y optimizar los procesos industriales, por ejemplo en almacenes. Entre las ventajas clave de este invento de la compañía RoboCV se encuentran el ahorro de los recursos financieros, la garantía de procesos estables y la ausencia de daños materiales, según explicó Maxim Fomín, el director de proyectos de la empresa.
Otra innovación interesante es una motocicleta eléctrica que posee unas características únicas. La demanda creciente de este modelo la destacaron los productores tanto en Rusia como en el exterior.
“Su autonomía es de hasta 100 kilómetros, puede alcanzar una velocidad de hasta 40 kilómetros por hora y pesa tan solo 30 kilos, y eso que tiene una capacidad de dos personas, así como espacio para transportar cargas”, afirmó el director de la compañía Mars bike, Piotr Mélnikov.
En el foro también fueron representadas soluciones tecnológicas para personas discapacitadas.
“Producimos sillas de ruedas de propulsión eléctrica. En particular, enviamos nuestros productos a Brasil y Argentina y hoy recibimos una solicitud de Chile”, explicó el director de la compañía Observer, Román Aranin.
El evento contó con delegaciones de casi 80 países, tres veces más que el año pasado, al tiempo que el número de participantes extranjeros es cinco veces más que en el año anterior. Algo que no solo demuestra lo aislada que está Rusia en estos momentos, sino también su apertura hacia el exterior, tal y como dejó claro el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, al intervenir en el foro.