Por Felipe Lora
En unos cuantos días será el 178 aniversario de la Independencia de la República Dominicana, y ¡todavía no hemos logrado conseguir el país soñado por nuestros héroes y el deseado por el pueblo dominicano!
Han pasado178 años y 58 presidentes, hemos presenciado más de una decena de golpes de Estado y sufrido varias invasiones yanqui y, queriendo doblegarnos, nos han asesinado cientos y cientos de líderes dominicanos amantes de la democracia, amantes de la libertad.
Por otra parte, el sistema económico implementado por los enemigos del pueblo ha sido incapaz de aliviar el sufrimiento de los ignorados. Desde que nos “descubrieron”, las prioridades se concentraron en servirle a la Corona Española, a los negociantes europeos, a los bancos, a la oligarquía local y, finalmente, a las corporaciones transnacionales, a sus representantes criollos y a los políticos y narco-políticos que votan en contra de los intereses del pueblo dominicano.
Estas inhumanas prioridades han sometido a la pobreza eterna a la clase trabajadora. A los dominicanos producen y mantienen nuestro clasista sistema económico y nuestro corrupto y antidemocrático sistema político.
Sin embargo, la lucha por un país que garantice la oportunidad de bienestar y felicidad para todo el pueblo dominicano, todavía continúa. El amor por la libertad y los sueños de un país verdaderamente democrático no ha abandonado el corazón ni la mente del pueblo.
Sólo basta con navegar por los medios virtuales donde se le permite al ciudadano común, la mayoría de las veces sin censura, la difusión visual y sus subsecuentes comunicados, explicando las exigencias, las denuncias y los objetivos de las caminatas, de las vigilias y de los paros que ocurren semanalmente en todo el territorio nacional.
Las descaradas medidas tomadas, y peor aún, las no tomadas por el gobierno de turno han demostrados que lo único que aquí ha cambiado es el nombre del partido y el de los funcionarios que ahora se enriquecen.
Es por eso que el pueblo ha perdido la fe en el actual sistema y las esperanzas de lograr el país anhelado bajo las actuales circunstancias.
Sólo basta considerar que el actual gobierno fue “electo” ¡por sólo 28.7 de cada 100 dominicanos con el derecho al voto!
O sea, 71.3 de los que podían votar rechazaron al actual gobierno. Los ganadores, en números, fueron los 44.6 de cada 100 dominicanos que, sin una opción que representara los intereses del pueblo, decidieron no votar.
Este gobierno es un gobierno de las minorías y ellos lo saben. Es por eso que han gastado millones y millones de nuestros recursos inundado los medios informativos, escritos, televisivos y radiales, con propagandas proselitistas y, buscando apoyo, se ha convertido en marioneta del norte traicionando al pueblo dominicano.
Muchas fotos pero nada de acción transformadoras.
Pero la lucha continúa.
Y continuará hasta que el pueblo logre una Opción Revolucionaria que haga renacer las esperanzas, que lo haga soñar con un futuro donde el bienestar y la felicidad sea lo normal, no la excepción.
Una Opción Revolucionaria que lo haga soñar con un gobierno que, salido del pueblo y electo por el pueblo, gobierne para todo el pueblo dominicano.
Un gobierno que facilite la formación de una Asamblea Constituyente y que proponga cambios a la constitución que aseguren que los próximos gobiernos electos sean gobiernos que:
· consciente del cambio climático recuperen y protejan nuestros recursos naturales y mantenga la armonía entre la flora y la fauna y nuestro sistema económico.
· implante un programa tendiente a convertirnos, alimenticiamente, en autosuficiente.
· garantice programas de Salud y Educación de calidad y en forma gratuita.
· se dedique a asegurar viviendas adecuadas para las familias dominicanas.
· que garantice un salario mínimo que sea suficiente para mantener, en forma digna, a una familia.
· haga prioridad la paz social y la felicidad de los dominicanos.
· entienda la necesidad da la autodeterminación de los pueblos y que participe, en forma activa, en los eventos internacionales tendientes a fortalecer el poder del pueblo en todo el planeta.Pero recuperar la confianza de nuestro anestesiado pueblo no será fácil. Es por eso que, como parte del pueblo, nos unimos a su demanda y exigimos que los intereses de todos los dominicanos sean puestos por encima de las siglas izquierdistas y/o progresistas para que, con una Opción Revolucionaria el pueblo pueda elegir el gobierno que merece