Mi Respuesta al Discurso de Luis Abinader
¡Pueblo dominicano!
El presidente Luis Abinader acaba de pintar una imagen fantasiosa de la
República Dominicana, nos ha pintado un “País de las Maravillas” donde,
según él, todo es progreso y felicidad. Sin embargo, la realidad que
vive la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de nuestra
sociedad está muy lejos de esta ilusión.
Le recuerdo que, un día como hoy, pero en agosto del 1863, un grupo de
dominicanos amantes de la Soberanía Nacional y la libertad del pueblo,
derrotaron las acciones entreguista del grupo dominante de la época.
Hoy, como entonces, nos enfrentamos a un gobierno que pone en peligro
nuestra independencia al ceder a las presiones del capital extranjero y
las élites dominantes. Hermanos, así como nuestros antepasados lucharon
por la libertad, nosotros debemos luchar por la verdadera independencia
económica y política del pueblo dominicano.
El Presidente Luis Abinader nos ha presentado una realidad
contradictoria y, aquellos de nosotros que no pertenecemos a la élite
empresarial, al escuchar su discurso nos preguntamos: ¿De qué país
estaba hablando? Si realmente existiera la bonanza y estabilidad que él
describe, ¿por qué sigue el país sumido en crisis? ¿Por qué persisten
las manifestaciones y la resistencia en las calles?
Quizás algunos de ustedes no estén enterado, ya que los medios
tradicionales no le dieron cobertura, pero recientemente hubo una ola de
demostraciones y protestas, donde más de 20 comunidades encendieron
parte del país. Estas comunidades, en respuesta al llamado de la
Coordinadora Popular Nacional, realizaron Encendidos de Velas demandando
atención a sus problemas locales y en rechazo a las políticas económicas
del gobierno. ¡Esto ocurrió solo tres días antes del discurso del
presidente! Lo que representa un claro testimonio del descontento
popular.
Todos sabemos que las movilizaciones populares no son un capricho, sino
una respuesta a la represión y al abandono del pueblo por parte del
gobierno.
Las demandas que resuenan en las calles no son fantasías, son exigencias
de justicia, dignidad y soberanía.
Si lo que dice el presidente fuera cierto, no habría necesidad de estas
protestas, ni de una oposición tan firme contra su proyecto de
privatización y entrega de nuestros recursos.
No, no vivimos en el país de las maravillas donde el gobierno trabaja
para el pueblo
Vivimos en un país donde el presidente actual, al igual que los
anteriores presidentes del PLD y PRD, que a pesar de que prometieron y
prometieron, terminaron, al igual que éste, engañando al pueblo
dominicano.

Recuerden que durante la campaña de 2020, Luis Abinader prometió
trabajar por la soberanía nacional y el bienestar del pueblo dominicano.
Sin embargo, su gobierno ha sido todo lo contrario. Se ha convertido en
un agente de las élites burguesas y de las corporaciones extranjeras.
Su segundo mandato solo busca profundizar las contra-reformas
neoliberales que amenazan nuestra soberanía Nacional. Hoy, el presidente
persiste en su empeño de privatizar nuestros servicios, nuestras
montañas y nuestros ríos.
Las reformas que él propone no buscan mejorar la vida de los
dominicanos, sino, cumplir con las exigencias de organismos
internacionales y de las corporaciones que buscan explotar nuestras
riquezas. Desde su llegada al poder, Abinader ha llenado el gobierno con
miembros de su clase empresarial, moldeando las leyes para facilitar la
privatización y venta de nuestros recursos y servicios.
Y, como resultado de su compromiso con la oligarquía, muchas de sus
medidas han sido Antipopulares y Antinacionales
Por ejemplo, en su primer mandato, el presidente Luis Abinader:
1.      Implementó las Alianzas Público-Privadas (APPs) y fideicomisos para
fascilitar el proceso de privatización servicios públicos y los recursos
naturales, como el agua.

2.      Profundizó las políticas neoliberales que han aumentado la
desigualdad,

3.      Incrementó la deuda externa, utilizando esta carga financiera como
pretexto para justificar nuevas reformas fiscales que perjudican aún más
a los sectores populares.

4.      Privatizó empresas y propiedades estatales, entregando nuestro
patrimonio nacional al capital extranjero.

5.      Implementó políticas fiscales regresivas que benefician a los ricos
mientras aumentan los impuestos a la clase media y baja.

6.      Redujo la inversión en infraestructura y servicios básicos para las
comunidades más necesitadas, mientras priorizaba los intereses
turísticos y empresariales.

7.      Y, aumentó el costo de la canasta familiar sin ajustes salariales
significativos, erosionando el poder adquisitivo de la mayoría de la
población.
Pueblo dominicano, estas son solo algunas de las muchas medidas tomadas
por el presidente que han empeorado tu vida y la del pueblo dominicano.

NO, no estamos viviendo en el país de las maravillas que describe el
presidente, sino en una nación donde las desigualdades se profundizan,
los recursos se venden y la brecha entre pobres y ricos se agiganta. En
el Gobierno del Cambio solo han cambiado los actores, pero económica,
política y socialmente estamos estancados.

Pero el pueblo, guiado por su deseo de justicia social y de un futuro
promisorio; apoyando los movimientos sociales, ambientales, culturales,
laborales y feministas, etc., continuará su lucha demandando:
1.      La eliminación de las ARS y AFP privadas y creación de un sistema de
seguridad social pública y universal.
2.      La aprobación de las Tres Causales para garantizar los derechos
reproductivos de las mujeres.
3.      Una mayor inversión en el sistema educativo público para garantizar
una educación gratuita y de calidad.
4.      La implementación de políticas laborales que protejan los derechos de
los trabajadores y aseguren salarios justos y condiciones laborales
dignas.
5.      Garantizar el acceso universal y gratuito a servicios de salud de
calidad.
6.      Una reforma fiscal redistributivas que reduzcan la brecha entre ricos
y pobres.
7.      La protección efectiva de los derechos humanos y el fin de la
impunidad en casos de corrupción y narco-política.
8.      La implementación de una ley de aguas que garantice que el agua sea
un bien público y no una mercancía.
9.      La prohibición de la mega minería en todo el territorio nacional y,
el fomento de una transición hacia energías renovables y sostenibles.
10.     La defensa de la soberanía nacional frente a la injerencia
extranjera y la garantía de que el futuro de nuestro país no sea
negociado al servicio de intereses ajenos.

Señor Presidente, aprenda de las lecciones de Kenia, donde la paciencia
del pueblo se agotó, y a pesar de controlar los recursos públicos y el
acceso a la información, el gobierno no pudo detener la desesperación,
el enojo, y el deseo de superación del pueblo keniano  las calles.

Pueblo dominicano, si tus justas demandas continúan siendo ignoradas, si
el gobierno continúa su carrera privatizadora, y si el presidente solo
gobierna para la clase empresarial, es tu deber y quizás, tu única
opción, iniciar los preparativos para, siguiendo el ejemplo de Kenia,
movilizarte como nunca antes en las calles y emprender acciones de
resistencia civil para proteger tus derechos y tus recursos.
La historia nos ha enseñado que cuando los gobiernos no escuchan, es el
pueblo quien toma las riendas de su destino. La fuerza de un pueblo
unido es imparable, y no debes descansar hasta que tu voz sea escuchada
y tus demandas satisfechas.
Buenas tardes.
Felipe Lora Longo

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